TÉCNICAS DE TAI-JITSU ( IX ).

     En esta ocasión tenemos la intención de mostrar cómo una técnica aprendida para defenderse de una agresión en particular puede también utilizarse para situaciones de agresión diferentes a la aprendida. Con ello, además de hacer más ameno y variado el aprendizaje de las técnicas, se persigue aumentar la confianza del practicante de Tai-Jitsu en la capacidad de defensa de las técnicas que ya conoce. Así pues la agresión será el abrazo lateral al cuello, del que ya explicamos una posible defensa, y nos defenderemos con un punto vital que ya utilizamos anteriormente: el Kyusho “Jinchu”.

     El primer movimiento a realizar es golpear en los genitales del agresor (o en su abdomen) con el puño de la mano derecha. El objetivo de este golpe es aflojar la presión que el agresor ejerce sobre nuestro cuello y las vértebras cervicales. También y simultáneamente colocaremos nuestra mano izquierda lo más cerca que nos sea posible del lado de su cara que queda más cercano a la nuestra.

     A continuación atacaremos con nuestra mano izquierda el Kyusho (o punto vital) denominado Jinchu, que se encuentra situado en la base de la nariz. Para ello colocaremos nuestro dedos adoptando la forma de un “gancho” o “anzuelo” abierto y presionaremos fuertemente el punto indicado describiendo un movimiento ascendente y hacia la parte posterior de la cabeza del agresor (a la altura de su cuello).

     El siguiente movimiento va a consistir en derribar al agresor. Para conseguirlo vamos a ayudarnos del desequilibrio producido por el arqueo hacia detrás del cuerpo del agresor que éste ha realizado para evitar el dolor generado por nuestra presión de “Jinchu”. Así, avanzaremos nuestra pierna derecha para colocarla frente a él, al tiempo que presionamos su cara hacia abajo y hacia nuestra espalda. Al retirar nuestra pierna izquierda hacia detrás, el agresor caerá al suelo.

     Una vez en el suelo, controlaremos al agresor con una triple luxación conjunta a su dedos, su codo y a sus vértebras cervicales. Primero realizaremos la luxación del codo; controlaremos el hombro derecho del agresor con la mano derecha, colocaremos su codo sobre nuestra pierna y presionaremos su mano hacia el suelo. Después luxaremos sus dedos; sólo es necesario poner nuestra palma izquierda sobre la palma derecha del agresor a la altura de sus dedos y presionar hacia nuestra mano derecha. Y, por último, luxaremos sus cervicales tirando hacia nosotros de su cabeza con la pierna izquierda, colocando nuestro talón izquierdo a la altura de sus ojos.

 

Ataca:  Sergio Sánchez Murillo (Cinturón verde de Tai-Jitsu).

Defiende:  Emilio José Pérez Pérez (Cinturón Negro 3er Dan de Tai-Jitsu).


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